CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. EN MEDIO DE UN MUNDO CAMBIANTE
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Che Vos quien sos?

¿Sos pampero, sos ombú? Sos el mate, sos del Sur? Sos criollo o ¿sos un bluf? Del tango Che vos ¿quien sos? de Bettinotti Fernandez

EN MEDIO DE UN MUNDO CAMBIANTE

/ Che vos quién sos?

Si bien los cambios son una característica del mundo en general y de la humanidad en particular, hay dos tipos distintos de procesos de cambio: los que se desarrollan dentro de una estructura procesual reiterada, sin alterarla, y los que transforman dichas estructuras, generando otras nuevas. Un ejemplo sencillo del primer tipo es el crecimiento de las plantas; un proceso de cambio que va de la semilla a la plenitud y posterior desintegración recorriendo siempre el mismo circuito de etapas sucesivas. Un ejemplo del segundo tipo, es el actual calentamiento global en el cual se modifican parámetros estructurales básicos del sistema climático mundial, alterando además una cantidad innumerable de estructuras y procesos en los más diversos aspectos de la vida planetaria.

La humanidad como tal está viviendo actualmente un proceso de cambio de este último tipo; es decir, una transformación profunda, en la que diversos procesos y estructuras centrales se están modificando sustancialmente, sin poder preverse con seguridad adonde pueden llegar a desembocar. De allí la sensación de incertidumbre que experimenta hoy toda la humanidad. Ahora bien ¿cuales son estos procesos y estructuras centrales que están modificándose profundamente?

Las primeras estructuras que se están debilitando a tal punto que resulta imposible un retorno a sus características originales, son los Estados-Nación. A nivel práctico, este proceso de debilitamiento se debe al surgimiento de fuerzas y organizaciones transnacionales, con gran poder para tomar decisiones por sobre las soberanías territoriales nacionales, tales como las empresas multinacionales, el sistema financiero, ongs, etc. Por su parte, a nivel institucional y organizativo, se debe al acuerdo Reagan-Thatcher para sustituir el Estado de Bienestar por un Estado funcional al aumento de la rentabilidad del capital, limitando las regulaciones, intervenciones y controles del Estado sobre las actividades económicas y expandiendo mundialmente el neoliberalismo.

El segundo proceso de cambio trascendental que estamos viviendo es la globalización, consistente inicialmente en la generación de productos que traspasan barreras aduaneras y culturales, haciéndose mundiales. Esta globalización productiva, fue acompañada por la globalización financiera y de la mano de obra; no tanto por la movilidad de los recursos dinerarios y humanos a un centro productivo, sino por la descentralización de la producción hacia países con mejores rendimientos financieros y mano de obra más barata. Se generó de esa forma una reestructuración total y profunda de la economía mundial, denominada globalización.

Un tercer proceso de cambio significativo, es el desarrollo exponencial del sector electrónico informático – sobre todo a partir de los microprocesadores – tanto en su base material (hardware) como virtual (software); gestando, por primera vez en la historia, máquinas que no reemplazan la fuerza corporal humana, sino algunos de sus procesos mentales claves. El hecho de que sus productos y funciones se hayan incorporado a casi todas las actividades productivas, comerciales, comunicacionales, administrativas, gubernamentales y a gran parte de las acciones de la vida cotidiana de los ciudadanos, transformó en mayor o menor medida muchas formas de actuar, pensar y sentir de la humanidad.

Asociándose con los dos procesos anteriores, cobró especial intensidad el desarrollo de los servicios en general y de los servicios financieros en particular. Estos terminaron desembocando en un sistema financiero especulativo, en gran medida oculto e independiente de los procesos productivos, constituyéndose en el cuarto proceso de cambio mundial relevante. El nuevo sistema financiero se fundó en la expansión de una banca en las sombras completamente desregulada y en la implantación de paraísos o, más propiamente, guaridas fiscales. Ambas partes del sistema extraen enormes recursos de la producción, el consumo y la gobernanza con fines políticos y sociales, evadiéndolos del control público y dedicándolos a obtener rentabilidad y beneficios a partir de la pura especulación financiera.

Paralelamente, y como efecto también de los procesos de globalización y desarrollo electrónico informático, varios países y áreas no centrales del mundo generaron poderosos desarrollos industriales y multiplicaron el consumo de sus clases medias, de manera que adquirieron una gran y creciente relevancia económica y social; constituyendo el quinto proceso de cambio relevante. China, India, Brasil, varios países latinoamericanos, así como del sudeste asiático y algunos africanos, comenzaron a jugar un papel en el acontecer económico y social, mundial, hasta entonces inexistente. Este cambio geoeconómico hizo que el peso económico mundial pasara de la zona noratlántica a la del indopacífico, lo que se tradujo rápidamente, a su vez, en una transformación geopolítica de magnitud, haciendo que el “mundo occidental” empezara a declinar su influencia dominante, mientras otros grandes países o alianzas regionales comenzaran a aumentar la suya.

A consecuencia de estos cinco procesos de cambio, surge la última y sexta transformación mundial significativa, derivada del hecho de que las organizaciones internacionales fundadas en los Estados Nación – tales como la ONU – no guardan correspondencia alguna con las estructuras de poder trasnacional dominantes. De hecho, organizaciones de distinto tipo y magnitud, como ciertas empresas multinacionales, el Grupo de los Siete, diferentes fondos de inversión mundiales, el BRICS, alianzas y subordinaciones militares o armadas mas o menos permanentes, carteles narcotraficantes, etc., están tomando decisiones que ignoran o contradicen las de las organizaciones inter-nacionales formales. De esta forma, no solo las relaciones interplanetarias se encuentren en un proceso de complejización y anarquización crecientes sino que, a la vez, la desigualdad social y la destrucción del medio ambiente natural se incrementan sin ningún tipo de limitación o control más o menos organizado.

La lucha entre el libre juego especulativo del “dinero negro organizado y concentrado”, por un lado, y el desarrollo de una economía mundial productiva con crédito y empleo, por el otro, parece configurar el escenario mundial inmediato, significando vías alternativas y contradictorias de desarrollo. La primera, hegemonizada políticamente por EEUU, sustentada en el neoliberalismo y activada por el sistema financiero especulativo, está firmemente implantada, aunque parece estar comenzando a declinar. La segunda, con dos variantes. La primera de ellas, impulsada por China y Rusia, con organizaciones superestatales sustentadas en desarrollos científico técnicos productivos y militares crecientes y en ascenso, está compitiendo fuertemente por el comercio y el poder mundial contra la alternativa “occidental”. La segunda, con base en América Latina, apuntando a un sistema interior más participativo y mundial más integrador y priorizando los derechos humanos y sociales por sobre la rentabilidad financiera especulativa, se encuentra en gestación y crecimiento. El desenvolvimiento de la confrontación entre estos diversos caminos, afectará no solo la estructura geopolítica del poder mundial en el corto plazo, sino que determinará un cambio más o menos profundo en la civilización humana, a mediano y largo plazo.

Lic. Carlos A. Wilkinson